Las carreras populares están de moda y muchos comienzan a practicar deporte y participar en ellas tras darse cuenta de sus deterioros físicos, los deteriosos mas comunes son el exceso de peso o los problemas debidos a la falta de ejercicio (cardiacos, colesterol, etc...).
Lo primero de debería hacerse una persona que comienza a practicar deporte es un completo reconocimiento medico para que su entrenador sepa cuales son los limites de esa persona. Uno muy fácil que podemos realizar nosotros mismos es averiguar cual es nuestro IMC que podemos saberlo básicamente con una ecuación entre nuestro peso y nuestra altura. En estos enlaces lo averiguamos directamente http://www.calculoimc.com/ http://www.indicemasacorporal.org/
Aunque la organización mundial de la salud recomienda estas tablas debemos tener en cuenta que los datos son orientativos, también deberíamos de tener en cuenta otros datos son la edad, el sexo, cantidad de grasa corporal, etc..
Si ahora dejamos de lado a los atletas y nos preocupamos del peso solamente para corredores, el problema principal es el sobrepeso, un corredor popular se suele dedicar simplemente a pruebas de fondo, para un corredor popular una carrera de 5 km es una carrera corta mientras que para un atleta es una de las carreras largas, Por todo ello, un atleta popular dedica su entrenamiento a correr durante kilómetros a ritmo moderado complementando su entrenamiento con algún día de series o cambios de ritmo para hacer el día de calidad, eso hace que sufran las articulaciones, principalmente la rodilla y las caderas debido a la cantidad de impactos, si además pensamos que la técnica de carrera es mala en la mayoría de los populares, podemos encontrarnos con bastantes lesiones y el problema de que en lugar de mejorar físicamente con el ejercicio el entrenamiento nos produce demasiados dolores.
Durante la carrera, las fuerzas verticales se multiplican un mínimo de dos veces por el peso del cuerpo, es decir, para un corredor de 75 kg, cada paso supone un impacto en el pie de un mínimo de 150 kg.
Si tienes en cuenta que en una carrera de 10K se realizan alrededor de unos 8.300 pasos, durante esa carrera tus pies habrán soportado una carga total de más de una tonelada de peso. Por esta razón, para evitar someter a tu cuerpo a estos impactos, es importante llevar una alimentación adecuada que te permita cumplir con tus necesidades energéticas.
Es de suma importancia minimizar todo el impacto que reciben tus articulaciones, piensa que en un maratón estaríamos hablando de una carga total de alrededor de 5 toneladas.
La amortiguación es la capacidad por la que un tejido recibe, absorbe y reduce el impacto de la fuerza aplicada. El pie del ser humano posee una espesa capa de grasa en la zona del talón (de hasta 2,7 cm de grosor) pero, como no fuimos diseñados para correr durante largos periodos de tiempo, esa capa de grasa no es suficiente para disminuir tantos impactos repetitivos. Las zapatillas deportivas mitigan ese impacto al flexionar el tobillo, rodilla y pie, y dependiendo de tu tipo de pisada, existe una amplia gama de zapatillas con diferentes sistemas de amortiguación (geles de absorción, espumas EVA o placas disipadoras de impacto) que te irá bien dependiendo de tu peso.
Es cierto que una elevada amortiguación puede alejarte de esa propiocepción que puedes sentir al correr descalzo, pero con sobrepeso se hace fundamental una buena amortiguación. Lo ideal es adquirir una zapatilla adecuada a tu peso, con una amortiguación que no peque por exceso o por defecto.
En definitiva, estar en tu peso ideal minimizará el riesgo de lesión puesto que los impactos recibidos se minimizarán, independientemente de la amortiguación, técnica de carrera y superficie.
Nacho Rosa
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