Un Sábado del mes de Julio, concretamente el 27, las nubes se mueven por el horizonte, el viento las desplaza creando formas que continuamente van variando regalando a nuestra imaginación figuras que nos recuerdan o nos hacen pensar en objetos que tenemos en el subconsciente esperando aparecer con cualquier excusa. El sonido de las nubes nos induce a predecir una cercana tormenta recordando la acaecida el día anterior. Y no se nos ocurre nada mejor que hacer que a mitad de la siesta ponernos las zapatillas y meternos en el coche camino de Mahora para pegarnos una carrerita de unos 8 km.
Viendo el cielo bastante "cargado" metemos los "utensilios" en el coche, nos colocamos en la carretera y a esperar que se acaben estos 28 km que nos separan Albacete de Mahora, llegamos a Mahora con tiempo suficiente de hacer algo de turismo por el pueblo y tomar un "café o similar". Mahora es pequeño y pronto se nos acaban las zonas fotogéneas, tal vez algún cartel publicitario de algo más pueda venir bien a los turistas, yo que no conozco el pueblo solo pude ver la zona de la iglesia con su fuente, su torre y algunas cosas mas.
Recogemos dorsal y la "bolsa" de corredor (que esta vez no tenia bolsa, era una botella de vino y una gorra) la gorra me viene perfecta para entrenar ya que necesitaba otra mas y me voy cansando de usar siempre blancas, el vino todavía lo estoy refrescando, cuando lo abra podré opinar sobre él, de momento estoy agradecido de los obsequios, aunque por el precio que tienen las bolsas se agradece mas que te lo den dentro de una de ellas.
Saludos a los compañeros de carreras (tanto corriendo como en organización), calentamiento y a colocarnos bajo el arco para empezar a mover piernas. Es la primera vez que participo en esta carrera, me gusta como se plantea, un circuito muy llano de 4 km al que damos 2 vueltas, eso anima mucho al publico que casi no tiene respiro viendo pasar atletas buscando a sus conocidos, y al ser carrera de menos de 10 km hace que la dureza la ponga la velocidad a la que se desarrolla la prueba. Se da la salida puntual como siempre y comenzamos a movernos mirando al cielo, no tiene pinta de mojarnos, nos olvidamos de todo cuando cojemos ritmo y a ver pasar kilómetros (un fallo es que o no están marcados o yo no los veo) pasamos bajo el arco de meta y sabemos que nos queda otro tanto como lo que llevamos recorrido, ya sabemos lo que nos espera, pero ahora estamos mas cansados, curvas, calles, etc.. y otra vez a pisar camino, ya sabes que va quedando menos, ahora toca pisar asfalto de nuevo con una muy ligera subida que en la segunda vuelta parece tener mas pendiente viendo la torre donde tenemos situado el arco de meta y a estirar un poco las piernas para llegar a meta mas relajados. Para mi lo mejor de esta carrera es la distancia y el perfil tan llano, lo que la hace divertida para los rápidos y asequible para los que no se atreven con largas o duras.
Ahora tenemos varias del circuito de la manchuela en este mes de Agosto. Nos vemos en Villamalea.
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